8 Vino luego a él palabra de Jehová, diciendo:
1 Reyes 17:8-16
9 Levántate, vete a Sarepta de Sidón, y mora allí; he aquí yo he dado orden allí a una mujer viuda que te sustente.
Tan cambiantes como montones de arena que son movidos por el soplar del viento, sus cúpulas preciosas son derribadas al pasar del tiempo, van dependiendo de las fuertes corrientes de vientos, perdiendo su estado natural. Tan cambiantes como esos montones de arena que van sufriendo transformaciones, dependiendo de qué tan fuertes puedan ser esos soplar, así también cam-biamos nosotros muchas veces perdiendo el diseño original de Dios en nuestras vidas, somos familias bendecidas que bendecimos a otros, debido a las circunstancias que atravesamos, ocurren cambios
En estos tiempos de crisis económica, crisis de salud, son afectadas nuestras vidas,tocan nuestras emociones, trayendo desesperanzas, perturbación y egoísmo motivado por el temor; ya no somos dadivosos, efecto de la crisis económica, sufrimos cambios; pero, ¡¡YA LA ORDEN FUE DADA!! En (1Reyes.17:8-16), cuenta una historia impactante, allí Dios le pide al profeta Elías que se fuera a Sarepta de Sidón, mientras esto ocurría, ya Dios había ordenado a una viuda de Sarepta, que lo sustentara.
En el encuentro él le pide agua y pan, ella dijo: Vive Jehová tu Dios que no tengo pan cocido, solo un puñado de harina y un poco de aceite, recogí 2 leños para prepararlo para mí y mi hijo y de allí nos dejaremos morir, porque no tengo más, entonces él le dijo: No tengas temor! Ve y tráeme y sírveme a mi primero, y después te servirás tú y tu hijo; porque Jehová ha dicho: la harina no escaseara, ni el aceite disminuirá, ella hizo tal cual, y comieron por muchos días, y el alimento no falto, cumpliéndose la promesa sobre Elías.
No tengamos temor en estos tiempos críticos, no
ignoremos las promesas de Dios, ni dejemos de obedecerle, aunque parezca una
locura lo que Dios nos pide, no nos dejemos cambiar como los montones de
arenas, a causa de las situaciones que podamos enfrentar.
Creamos a Dios como el profeta Elías, obedezcamos a Dios como la viuda de Sarepta que tenía muy poco, y sin esperanza de tener más, aun así sustento a aquel hombre y por esto comió él, ella y su casa por muchos días.
En estos tiempos difíciles, no dejemos de confiar en Dios ni de obedecerle. ¡Recuerde que la orden de su bendición y la de su casa ya fue dada¡
¡No he visto justo desamparado ni su descendencia que mendigue pan! Salmo 37:25
Pres. Dixon Mendoza e Hilcia Ballesteros
IGLESIA CUADRANGULAR EN
TIMOTES, VENEZUELA