6 Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.
Mateo 19:6
El matrimonio es la expresión del amor de Dios en la tierra y sus participantes deben amarse, entendiendo que AMAR no es un sentimiento sino un verbo. Y este debe ir acompañado de ciertas dosis de esfuerzo y dedicación para manifestarlo al cónyuge.
El amor matrimonial no es como algunos pintan. “Una eterna luna de miel”. Es más bien, lo que algunos llaman “AMOR DURO”; una combinación de momentos agradables y de situaciones difíciles. Tales como: dulce y amargo, de éxtasis y angustias, de gusto y disgusto, de ofensas y perdón. Es toda una aventura y se requiere de determinación para llegar juntos hasta el final, disfrutando aun en medios de los cambios sociales, externos e internos en la maduración del carácter de los participantes. En la medida que las parejas reconozcan esa dualidad su vida matrimonial será perdurable.
Este concepto de amor nos lleva al principio y a comprender que en el matrimonio no puedo sacar nada que no haya puesto antes en el. Piensa por un momento en un cajero automático todo retiro implica que antes realizaste depósitos. Los depósitos determinan la magnitud del retiro que disfrutaré. Este ejemplo práctico nos recuerda que el amor no está en el matrimonio sino en las personas y son las personas las que brindan amor es decir las que deciden amar.
¿Cuánto tiempo, dinero y esfuerzo estás invirtiendo en tu cónyuge para mantener avivada la llama del amor romántico?, el cual representa depósitos emocionales que le afirman como persona y emiten un sentido de valoración y afirmación potencial.
Este concepto del verdadero amor nos muestra la responsabilidad de ámbito personal y nos afirma que soy yo, no son las cambiantes emociones o sentimientos quienes deciden la calidad del matrimonio. Por lo tanto, no se debe temer que uno de estos días amanezcas sintiendo que ya no amas a tu cónyuge, Filtra tus pensamientos (filipenses 4:8) y serán restauradas tus motivaciones y acciones.
Si el amor es un verbo esto significa que cada día puedo decidir hacer algo amable por esa persona especial que escogí como compañero (a) de toda la vida, es decir, palabras, acciones y gestos que expresen aprecio y consideración. Enfocarse en las cualidades y trabajar juntos en acuerdo sin imponerse en los defectos, pues recuerda el principio: dos harán frente al enemigo y lo harán huir. Pero más importante aún es entender que el amor desde esta perspectiva, enseña que no importa cuán difícil sea la situación matrimonial o lo irremediable que parezca, siempre habrá algo que yo pueda hacer para mejorar. Aunque resulte absurdo o irracional no son acciones heroicas las que se requieren, si no compromiso, disposición y mucha fe, en quién diseñó el matrimonio.
PROCLAMA. Proclamamos en el nombre de Jesús, que el matrimonio es la manifestación del amor de Dios en la tierra y anunciamos la restauración al diseño original de unidad y transparencia. Establecemos bendición, disfrute, durabilidad en cada matrimonio y herencia para las generaciones. Amén
Pra. Yerelyn de Moncada
COMUNIDAD CUADRANGULAR EL CAMINO ALTOS MIRANDINOS, VENEZUELA